viernes, septiembre 1

Odiado

Hoy a la mañana ataque de furia contra la vida. A veces me agarran. Hoy había una reunión, una almuerzo, en realidad, de trabajo. Un festejo, una celebración de trabajo. Una parrilla, mucha comida, vino, etc. Todo bien, claro. Pero era de traje, y ya no tengo traje. Y era formal y a veces odio lo formal. Y eran charlas aburridas con gente aburrida sobre temas aburridos, donde hay que tratar de ser simpático. Y, desde el calor de la cama, todo eso parece una sobrexigencia insoportable.
Después fue el café, mirando mails, galletitas, cigarrillos.
Después llegar al trabajo, sin traje y descubrir que nadie estaba de traje.
Después el vino, el chori, la carne, más vino. Y las historias, aburridísimas, de cheques rechazados, ordenes de compra, enfermedades, rulemanes y fútbol. Y yo hablé, a falta de futbol, de ordenes de compra, cheques rechazados, la amenza china, la cicatriz de mi chica, el mantenimiento predictivo industrial. Escuché comentarios de derecha, bastantes. Imposible matizarlos, pero increiblemente, en contexto, no son tan odiosos.
Y no la pasé mal. Finalmente, medio borracho, volví a la oficina y no la había pasado mal y nada era tan grave como desde la cama.

2 Comments:

Blogger Ev said...

My beloved E, fasti te quiero igual

12:57 p. m.  
Blogger Martín Ludwig said...

Cambiando drásticamente de tema, tu MSN me inquieta: nunca se sabe cuándo se puede hablarte.

4:26 p. m.  

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