miércoles, septiembre 6

La culpa es del despertador

7:00 am. Debería estar en un avión rumbo a córdoba y, en cambio, estoy, todavía medio dormido, en casa. Imaginen el resto.

5 Comments:

Blogger Ev said...

Buen viajeeeeeeeeeeeeeeeeeee

11:26 p. m.  
Blogger tate said...

los malditos siempre fallan cuando menos te la esperás

5:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y en los otros casos, también.

Pero divina excusa. Mi recuerdo más satisfactorio de una de las tantas veces que la usé es de una vez en que tenía prueba en el secundario con una profesora que me amaba y a la que despreciaba. Llegué para las dos horas siguientes a la evaluatio -de la que no me había enterado- y me la crucé saliendo de la que era mi aula.

Despreciada: -¿Por qué no viniste a la prueba?
Alumna: -...
A: -Tuve un problema doméstico.
D (Preocupadísima):- ¿¿Qué pasó??
A:-Se me quedó el despertador.
D:-...
D (Confundida y casi decepcionada):-Ah.

9:42 p. m.  
Blogger istu said...

S. igualmente, como excusa es un poco floja. Puede ser una buena explicación, pero las excusas suelen tener que ser inapelables. Tipo chocó el colectivo, quedé encerrado en el subte, mi abuelito tuvo un problema, y no del tipo "sorry, realmente me olvidé de lo que habíamos arreglado"

12:11 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

1. Es inapelable, lo es sin dudas, cómo apelar a un "se me murió el despertador"; es un hecho impredecible por lo general. Y creo que es más difícil vencer el propio sueño que cualquier obstáculo exterior (claro que yo soy un sujeto moderno a la Descartes).

2. Lo grandioso de esa excusa es justamente su absurda cotideanidad, lo estúpido pero, de hecho, inapelable que implica.

7:01 p. m.  

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