viernes, noviembre 17

clips modernos

Entro a gmail y aparece el primer clip de la web que abro en mi vida: "'Atrapada en el limbo': toma con humor la crisis de los 30. Cómo romper con todo lo establecido... Esto nos desvela Silvia Grijalba en su última novela."

Una mierda este control global de todo. Quién es gmail para venir a hablarme así?

miércoles, noviembre 8

8 de noviembre, 9 horas, 59 mintuos, 12 segundos.

Este blog es un desastre. Y eso porque es como todo. Hay que dar tiempo. Dejarle tiempo. Mi amigo Dani, una vez, no lo dijo así, pero algo así dijo, o al menos así intento recordarlo. Para algunas cosas -él se refería a algunas en espacial, no a todas - hay que tener tiempo de no hacerlas. Perder el tiempo sin hacerlas. Tiempo para pensar, dijo él, pero no se refería a darle vueltas a las cuestiones para ponerlas al derecho. No. Creo que se refería, justamente, a tener el tiempo de no hacerlas. A derrochar todo el tiempo, como si el tiempo no fuera algo economizable. Quiero decir, el tiempo, claro que puede ser algo planificado. La cuestión es que para algunas cosas tiene que dejar de serlo, incluso el tiempo de esas cosas. En fin, la cuestión es que yo no es que no tenga tiempo para escribir, es que el tiempo que tengo para escribir está en la lista, junto con todos esos otros tiempo para estudiar, trabajar, cenar, viajar. El que nunca tiene tiempo es el techo, claro, ni el ombligo, ni el amanecer. A veces E se queja de que yo tampoco derrocho el tiempo. Tiene razón. Más que una recta, el tiempo es como el agua. Tiempo para hacer la plancha quiero decir.


Quiero aprovechar estos minutos al aire para mandarle un saludo muy grande a Dani, que no sé si lee esto o no, pero el saludo está ya dado. Y decir que, desde ya, desde que empezó esto, le debo algo escrito, para él. Un saludo claro. Y una cierta necesidad de escribir alguna de las muchas cosas que aprendí cerca de él. Digo esto, claro, porque no tengo tiempo para un llamado. Pero no es por eso. Ni por nada aprendio. Salú

viernes, noviembre 3

equis

Desde caras cínicas hasta sencillísimas acusasiones de analítico-liberal.
De alguna manera todo esto me puso bastante triste. Por otro lado, como le dije a alguien hace poco, no me sorprende. Lo que no sorprende, entristece, aunque S. no esté de acuerdo. Una lástima.